Estoy escribiendo estas líneas desde mi móvil. Estoy en el metro camino a la oficina, tardo 45 minutos en recorrer la ciudad, mi «pequeña eternidad».
En este rato me da tiempo a pensar, a ver la gente que se sienta a mi lado y a analizarla, a imaginarme sus vidas o a hacerlas más interesantes de lo que son.
Pese a que Sergio y yo guardamos el secreto, pienso que alguna de esas personas a las que miro (y que me miran) hace como yo, imaginar mi vida. Pienso que habrá alguna que piense que soy una amargada, otras pensarán que sólo tengo esa cara a las 7am, otras pensarán que no he dormido bien.
Habrá gente que piense que tengo hijos, otra que soy demasiado joven… Quién sabe.
A veces pienso que en cualquier momento podría arrancar a contarle mis problemas al viajero que se sienta a mi lado, alguien que no me conoce, alguien que no me puede juzgar…
A lo mejor algún día lo acabo haciendo.
«Feliz» miércoles.